lunes, 13 de abril de 2009

El seguro como factor de crecimiento económico del país

En esta entrega intentaremos descubrir cómo la actividad aseguradora, al interactuar con prácticamente todos los grupos y sectores de la sociedad contribuye con el desarrollo económico sostenible de la nación, y de que manera, al ofrecer a nuestros clientes productos y soluciones competitivas para la gestión del riesgo, no solamente demostramos vitalidad como institución financiera, sino que además contribuimos activamente en la construcción de nuestra realidad social y económica.

Para los efectos de este trabajo, conviene comenzar definiendo como actividad aseguradora, aquel mecanismo de acopio de recursos financieros donde mediante contratos regulados por la ley, muchos hacen pequeños pagos periódicos a cambio de protección contra los eventos inciertos pero con severo potencial de pérdidas que puedan sufrir algunos. Estos eventos son conocidos como riesgos.

La actividad aseguradora constituye el mecanismo más acabado que tiene la sociedad para atenuar el impacto de la adversidad en el nivel individual o colectivamente. Abarca y articula los elevados conceptos de Responsabilidad, Solidaridad y Seguridad.

Satisface la necesidad que tienen los individuos de tener seguridad y es factor esencial para mantener la estabilidad financiera de la familia y para preservar su patrimonio.

Productos de seguro que pueden ser obligatorios como la póliza de RCV son el fundamento de esquemas indispensables de protección social que protegen a las víctimas contra el efecto de la posible insolvencia de la persona que les cause un daño.

La actividad aseguradora también promueve y brinda estabilidad al sector empresarial. Muchos de los productos y servicios que hoy disfrutamos no podrían ser producidos ni comercializados sin un adecuado respaldo de seguro. Por ejemplo, Un importador de productos tendría que afrontar la pérdida de un embarque costoso que no contase con el respaldo de un seguro de transporte, o un agricultor estaría expuesto a perder la inversión realizada en la siembra en caso de sufrir una inundación. En ambos casos, con la posibilidad de mitigar el efecto de cualquier pérdida, el seguro no solamente ayuda a evitar costosas bancarrotas, sino que además libera capital que el empresario probablemente hubiese mantenido en reserva para afrontar cualquier eventualidad y que bajo la protección del seguro puede sentirse motivado a invertir para ampliar su actividad productiva.

Una de las más importantes contribuciones del seguro al crecimiento económico consiste en brindarle el grado de seguridad necesaria al clima económico, para de esta manera motivar al empresario responsable a acometer eficientemente un mayor número de iniciativas que aún siendo de mayor riesgo, producen mejores retornos de la inversión y que no hubiesen sido abordadas sin el apoyo de los instrumentos de protección que en caso de adversidad provee el seguro.

En el sector financiero, es cada vez más notoria la sinergia y la estrecha relación del sector con la actividad aseguradora. El seguro actúa como un vehículo que robustece y en no pocos casos hace viable la concesión del crédito tanto para el empresario como para el consumidor final, fomentando de esta manera tanto la inversión productiva como el consumo interno al facilitar el acceso a bienes como viviendas y vehículos en condiciones favorables a grandes segmentos de la población.

El seguro también tiene el potencial de jugar un papel importante en el alivio de la pobreza. Hasta ahora, el sector asegurador no ha logrado una  penetración efectiva del mercado constituido por las clases más populares de la población, pero donde desde nuestro modesto punto de vista existen inmensas oportunidades de negocio que son perfectamente compatibles con el interés social y con el concepto de empresa socialmente responsable. Que los pobres no pagan,  que no compran seguros o que no es rentable atenderlos son mitos y paradigmas que  hasta ahora han limitado el inmenso beneficio social   que el sector asegurador puede aportar a la sociedad. Por otra parte, la evidencia empírica sugiere que mientras más alta sea la penetración del seguro, menor será la carga para el estado en asistencia social y mayor la cantidad de recursos que pueden ser invertidos de manera productiva.

En conclusión, lejos de ser un lujo que solamente está al alcance de los sectores más privilegiados, el seguro y su efecto agregado es sin duda alguna un importante factor de crecimiento económico y de desarrollo social.

No hay comentarios:

Publicar un comentario