Hace 25 años, el Dr. Marius Barnard, médico cardiólogo, y miembro del equipo de cirujanos que liderados por su hermano Christian realizó el primer trasplante de un corazón humano, tuvo una idea que tendría repercusiones insospechadas para el futuro de la industria aseguradora. Sin experiencia previa en seguros, desarrolló la primera póliza de enfermedades graves que indemnizaba al asegurado con una determinada cantidad de dinero al diagnosticársele una condición médica específica considerada como crítica.
Durante más de 50 años de ejercicio profesional, Barnard fue testigo de cambios dramáticos tanto en el tratamiento como en la tasa de supervivencia de pacientes tratados por condiciones tales como el infarto cardíaco , que gracias a los milagrosos adelantos de la medicina moderna, no solamente dejaban de morir, sino que lograban sobrevivir un número considerable de años.
De acuerdo con Barnard, actualmente 50% de las personas que sufren un infarto cardíaco logran vivir por más de 10 años y cerca de 70% de las víctimas de una embolia cerebral logra sobrevivir. Sin embargo sus condiciones de salud pueden quedar afectadas de tal manera que van a quedar en estado de dependencia de otras personas, algunos por tiempo limitado y otros por el resto de sus vidas. Paradójicamente, la ciencia médica extendió sus años de vida, pero financieramente quedaban devastados y en algunos casos en banca rota familiar.
Fue a partir del entendimiento de esa realidad que Barnard llegó a su famosa conclusión: Los pacientes que sufren una enfermedad crítica no solamente necesitan un seguro en caso de que vayan a morir; ellos también lo necesitan porque van a vivir! Fue en ese preciso momento cuando nació un producto de seguro para la vida, cuyo principal objetivo es brindar al asegurado la tranquilidad de contar con recursos financieros cuando más los necesita. La póliza fue lanzada con cobertura para cuatro condiciones: Infarto cardíaco, cáncer, embolia cerebral y cirugía de las arterias coronarias.
Actualmente, la póliza de enfermedades graves, también conocida como póliza de enfermedades críticas o catastróficas, es uno de los productos de seguro de mayor aceptación en el mundo. Se estima que más de 20 millones de pólizas son colocadas anualmente a escala global. Un importante factor de su éxito es su simplicidad. El pago de una suma de dinero al ocurrir el diagnóstico de alguna de las enfermedades cubiertas por la póliza es muy fácil de entender por el público y el dinero puede ser usado de la manera que el asegurado desee.
Las personas destinan el dinero producto de la póliza para llenar necesidades muy diversas; desde compensar la falta de ingresos en el hogar por la incapacidad del sostén de familia para trabajar, financiar gastos indirectos que no son cubiertos por el seguro de gastos médicos y tratamientos alternativos, hasta viajes a lugares de sanación, o inclusive de placer.
En el mercado venezolano, Seguros La Occidental ofrece la Póliza Milenio de Protección personal, exclusiva para clientes del BOD. Este interesante producto, además de las coberturas de vida y accidentes personales también ofrece una protección para enfermedades graves y tratamientos extremos mediante la cual se pagará al asegurado un adelanto del 50% de la suma asegura bajo la cobertura de muerte por cualquier causa, en caso de que le sea diagnosticada una de las condiciones especificadas en la póliza.
La cobertura de enfermedades graves y tratamientos extremos de la Póliza Milenio de Protección Personal brinda su protección para cinco condiciones mayores: Infarto al miocardio, Derrame o hemorragia e infartos cerebrales, Cáncer, Cirugía arterio – coronaria y Transplante de órganos.
Desde el año 2001, se han colocado a través de la red de agencias más de 350.000 pólizas y desde entonces es considerable el número de familias que han sentido el alivio y la seguridad de contar con un apoyo financiero en aquellos momentos tan traumáticos de sus vidas.